"LA VERDAD SI SE VENDE": COMO MANIPULAR SIN QUE SE TE CAIGA LA CARA DE VERGUENZA.




















Que los medios de comunicación "tradicionales" murcianos (La Verdad, la Opinión, el Faro y TODAS las emisoras de radio y TV), están rendidos a los intereses de las grandes corporaciones corruptas y corruptoras, especialmente las dedicadas al ladrillo, es algo ya tan evidente como la luz del sol.

Pensábamos que dentro de ese mundo de intereses tejidos entre estos medios y los “padrinos” que teledirigen en beneficio de sus empresas el cotarro mediático informativo, había un mínimo por debajo de cual no era del todo fácil encontrar un profesional de la comunicación dispuesto a hundirse hasta la barbilla en el fango de la instrumentalización informativa, como el que pone su firma al “megareportaje” que en letras de cartel taurino aparece hoy domingo en “La Verdad” como: “Multan a tres ecologistas por edificar sin licencia en un espacio natural - Los miembros de 'Volver a la Tierra' construyeron dos casas de madera y una vivienda de dos plantas para su uso particular en la sierra de Moratalla”.

Dos páginas completas, dos. Con abundantes fotos y reiteradas citas de sus nombres y apellidos, con contumaces referencias a su pertenencia a plataformas como “Volver a la tierra” y “Murcia no se vende”. El reportero que firma “J. Mollejo” ha conseguido un “cum laude” al periodismo de investigación “a la medida”, poniendo en su punto de mira, no a dos casas -una de ella de madera-, construidas sin licencia en un paraje protegido, si no en DESTACAR hasta el esperpento la relación causal entre sus propietarios y el movimiento ecologista de la Región de Murcia.

Si efectivamente, el caso de estas dos casas suponen una infracción, aplíquese la ley y no se sobredimensione lo que es un hecho circunstancial, para obtener réditos claramente alineados con el contubernio especulador urbanístico murciano. El hecho es que estamos ante un reportaje de encargo. Tenemos ante nosotros un periodista tan listo como ambicioso y algo corto de principios profesionales, y un director que cede nada menos que la portada del diario y las dos páginas principales dominicales, con un objetivo específico: ATACAR AL MOVIMIENTO ECOLOGISTA.

Es vergonzoso una manipulación más burda y tamaña doble ausencia de ética profesional en quiénes tienen –teóricamente- como obligación, “informar” y no “manipular” a la opinión pública, en orden a unos intereses preestablecidos demasiado sospechosos.

Es posible que la tijera de la censura proceda implacable contra este mensaje; da igual: el “corta y pega” habrá funcionado, y las personas honestas a las que haya dado tiempo a leerlo, ya lo habrán difundido, para escándalo y sonrojo de estos plumíferos de a tanto la línea, que hacen de la información una herramienta de desinformación social y una saneada fuente de ingresos.

Parece mentira que el diario “La Verdad” haya caído tan bajo.

Lean hoy el diario del domingo, léanlo.